Primavera marchita.
poema de Vespertino
El tiempo transcurría
lento como los ríos
rojizos de la tarde.
La noche descendía
de su castillo azul.
Las estrellas miraban
nuestros cuerpos desnudos.
Suave pasaba el tul
del viento la arboleda.
Susurrabas. Tu cuerpo
ardía. Un no quiero
de tu boca de seda
emergía. La calma
nocturna se ocultaba
por la larga serpiente.
Aquella noche: Alma,
amor, cuerpo y placer
se quemaban. Aquella
noche una flor cantó
y emergiste, mujer.
Comentarios & Opiniones
Vespertino buen léxico y escrito en su conjunto nos presentas, gracias. Feliz día