Cadáver.

poema de George Villen

Mi cuerpo yace en algún rincón olvidado
Cual juguete de aquel mozuelo descuidado
Cubierto del polvo que dejaron los sueños que nunca llegaron.

Mis lagrimas se empozaron en las grietas de mi corazón de hombre
Como el triste rocio en las flores de una tumba sin nombre

Mis ojos perdieron el brillo de su mirar
Como cuando el sol se funde en aquel horizonte fúnebre del atardecer que se va.

La brisa suave que acaricia tu piel
Es el suspirar de alguien que al morir pensando en ti está.

El anochecer que estremece tu cuerpo es
la oscuridad que en mis ojos hay, al atravesar aquel portal.

Un cadáver sin lágrimas, con la mirada perdida
yace en medio de la noche.
la brisa en sus labios y el rocío en el pecho
anuncian el esperado entierro.