Poema desaforado

Poema desaforado

¡Cómo odio los silencios y las penumbras que oscilan!,
¡Cómo odio los gemidos y murmullos de otro día!,
¡Como odio las lisonjas engañosas y embusteras,
de quienes aun sin pensarlo te enviarían a la hoguera!

¡Cómo cansa el laberinto interminable de mil dichos!,
¡Son palabras y palabras pero al final nada han hecho!
¡Cómo cansan las miradas seductoras y atractivas!
Solo buscan los embustes que de lejos adivinan.

¡Cuán horrendo es el soneto en la boca de una mezquino!,
Asquerosos son los dedos cuando se sabe asesino.
Cuanta infamia hay en el mundo y cuanta rabia contenida
Ojalá un día estallara, ¡yo sería esa rebeldía!

¡Qué mediocre son los sueños del que sueña que lo es todo!,
¡Y qué absurdos son los planes de quien nunca pisa el lodo!
¡Qué imbécil el andar de otro rey que es peregrino!,
Sin saber que muy adentro entre los más, él es mendigo.

¡Qué patético este escrito, como si algo lograra!,
¡Qué infantil y que porfiado pensar que tendrá importancia!
Soy estúpido, ¡lo sé!, componiendo en mi dolor,
Se de sobra como siempre, ¡yo seré el gran perdedor!

Comentarios & Opiniones

Orlando Silva

Amigo Manuel me parece fabuloso, buena inspiracion de las cosas de la vda, me gusto bastante, excelente. "¡Qué mediocre son los sueños del que sueña que lo es todo!,
¡Y qué absurdos son los planes de quien nunca pisa el lodo!" MUCHAS ESTRELLAS PARA

Critica: