LUCES DEL PUERTO

Con el crepúsculo viene
el encanto.
Allá a lo lejos se afana el agua,
que se ha vestido de luz y colores.
Una acuarela en lontananza,
se alumbra el puerto, veo romance.

Siento tu aliento tibio, travieso
y entre las sombras que da la hiedra,
junto a la noche, mi celestina.
Con las palmas sujeto el escote
de mi vestido, que dos palomas
quíeren volar.

Me quema la boca tus besos de fuego,
siento anhelos como demente bailan
mis pensamientos.
Quíero desnuda ir hasta el puerto,
nadar en el oceano y este fuego, apagar.

Cierro los ojos dejo el deseo que se pasee,
sin replicar, mas te detienes y un te amo
con simples besos, tú te despides.
Yo, me pregunto ¿Será mañana, será esa noche,
cuando las luces traigan deseos, y nada importe?

Victoria Liberona Alvear.