Que pasen de largo

Quizá odio a esas musas
Esa inspiración intestinal
Ese cuajo inconsciente
Ese borbotón de originalidad
Es un desprecio medido por la realidad
No tengo ese toque de estúpida envidia
No quiero a las musas si no son reales
Quizá se presentan y yo no las pesco
Porque no hay mayor valor que la conciencia
Que no hay más luz que lo que se puede ver
¿Para qué buscaría en lo oscuro de mi ser?
Sea esta oscuridad sentida y llena de ilusión
Mejor que salga por donde se comprenda
Que tome los caminos de la noción y la intuición
Se abra al cielo de las estrellas y soles
Que cambie la realidad
Que no quede sembrada en una hoja infértil
Magia, esperanza, milagros, en ellos, antes, la verdad
No quiero musas que no existen
Si quiero la voluntad de la siembra
La germinación de las semillas
El rocío sobre las hojas
El sonido del agua pura y transparente
Y la luz de los ojos que sonríen
Todo esto se ha hecho sin musas
Sin inspiración que no sea un simple soplo
Ellas surgen de una simple gota de agua en el mar
No más originalidad y genialidad de musas vanidosas
Que más vale la poesía de la lucha y del esfuerzo
Esta que se escribe por el bien y para el bien de la vida
En contra del mal y la oscuridad del ego
No quiero musas ni nunca la voy a querer
Y si ellas vienen, que pasen de largo.