Mi beso

No hay nada más profundo que el océano, aunque nos triture
Una pasión pasajera es nada comparado con el caminar hacia donde sea
Toda convicción es minina comparada con la capacidad de pensar lo que sea
Lo que sea tiene la verdad misma de la verdad que sea
Ni lo relativo se salva de un absoluto resoluto
Ni el absolutismo logra sentenciar lo vapores del que sea
Como si estuviésemos llenos de bribones, los que sean
Como sea, cada uno de nosotros es un bribón
Con un celular en la mano
¿Para qué trabajar si vamos a morir?
¿Para qué la paciencia si nada es eterno?

La inteligencia artificial solo dos principios necesita:
Pensar lo que sea y que por lo que sea no nos maten

Coherente viene de coherencia y coherencia quizás que cosa sea
Porque, en definitiva, todo se trata de ser,
por eso,
es lo que sea o lo que es, y siempre dependemos del tiempo
Y en esto no se engaña a nadie, ni nadie se engaña,
por lo que somos bribones
Bribones que nos damos cuenta lo que dejamos pasar
Que pasen sin tocarnos y si es por tocar, pasar tocando sin ser tocado
Detrás de esto no hay mucha profundidad, quizás sí, una inteligente hipocresía
O mismo mesmo
una hipocresía inteligente.
Pero, la profundidad es otra cosa, una cosa que mientras más profunda más tritura
Vivimos en la superficie, nadie querrá saber que hay después de la muerte
Ni dar la vida por la vida misma

La misma mesma
La mesma misma
Amar es sufrir
Sufrir es amar
La alegría es saber amar
Amar con la alegría del bien
Finalmente, todos morimos
Pero mi beso,
mi beso,
yo sé que es eterno.
No hay ninguna razón para comprobarlo.