El clavito en la pared

Está historia empieza así:
Había un hombre vendiendo una casa
Y otro interesado en comprarla
El comprador revisó el lugar y notó que en una de las paredes de la sala había un clavito, el vendedor le dijo:
¡te vendo la casa, pero no te vendo ese clavito!
El comprador aceptó el negocio sin pensar que ese clavito le daba el derecho al vendedor de entrar a su casa a la hora que sea y las veces que él deseé.

En la vida espiritual
Así son los demonios entrando a arruinar la paz de nuestras vidas
Porque el pecado y la religiosidad que no dejamos a ellos les da el derecho de entrar cuando deseen al igual que el vendedor y su clavito.

Es hora de cambiar
Es hora de sacar ese pecado
(clavito)
De nuestras vidas
(casa)