TOCANDO EL CIELO
Lago de luz;
no muere mi labio
con el silencio.
En Gallocanta
hoy te escribe el ocaso
unas puntas de flecha,
tierno Lucumtum.
Pronto lloveré en nubes
inexorables
tus tejados de musgo.
A la intemperie
siempre en tu boca
de los besos versados.
Con febril desencuentro
un sol viajero
y mis años dirán:
— ¡Qué dulce el sabor amargo!
Mientras la lluvia
resbale por tus ojos
en mi brumoso párpado.
— ¿Reconocerte
me hará bien
allá a lo lejos?
Servido voy
alejándome más
hasta huellas de asombro.
Cuando inalterable
grabe revoloteos
de jerárquicas grullas
sobre el cielo de Tornos.
Un mar de espejos rojos
bañó mi corazón
el somnoliento
fluir de los aros.
Vuelvo distinto
mi tibio sol,
sin yo saberlo
con la piel del deshielo
y una sonrisa
de mercurio y de libros
desmemoriados.
Ahora lo sé.
No fue el azar
el vago despegue
de los abrazos;
suave rama quebrándose
entre dos chopos
me hizo creerme el niño
que jugó con tus astros.
Comentarios & Opiniones
Vicente muy bello. dulce, musical, didactico
bellos versos,tima y musicalidad poetica, es un gusto leerte saludos.
Buena obra, bien hecha, con nítido formato, reflexivo, base fonética suave y de grata lectura. Un gusto seguir leyendo sus obras. Reciba mis saludos, amistad y felicitaciones.
LINDO POEMA. SALUDO FRATERNO!
Muchas gracias por vuestros comentarios. Un abrazo muy grande Jaime, Geniodulce, Joel y Luzpaz.
Felicitaciones por tan hermosa obra.Saludos y amistad