A LOS PIES DE CRISTO

A Ti Jesucristo, me dispongo cumplir la vida
con paciencia, más humildad, entrega y fortaleza.
Y espero sepas perdonar en mi pobre entereza
la profundidad - incongruencia social - dividida.

A Ti Cristo, me entrego como la lluvia en la tierra
sedienta de la luz limpia que nos das bendecida.
Hasta (Tu Cruz), te entrego herramientas como la gran sierra
que a veces tala mi rama de olivo y cae vencida.

Languidecidas serían Sin Ti, las horas esclavas.
Parecerían ásperas sendas, frías habitaciones
como estalactitas de una cueva; toscos salones
de una opacidad miscelánea, sus grietas excavas.

De una penumbra fue hurtada la esperanza del sueño
para convertirla en palabras siempre esperanzadas,
dignas del sacrificio invicto en Ti Mi Señor Dueño
cuando implorando, encuentro la calma y vida hermanadas.