A mi amigo
poema de Vic
Las sonrisas se acabaron
se han abierto las heridas,
se apagaron las estrellas
en honor a tu partida.
Y en tu lugar de descanso
donde las penas pasaron,
florecen mil corazones
que las lágrimas regaron.
Y en los que abajo quedamos
la vida rauda acontece,
sabiendo con alegría que entre sus brazos divinos
en tus sueños Dios te mece.
Y al despertar de tu sueño
escucharas con anhelo,
que en sus cantos celestiales nos diran en este día
que tu nombre ha sido inscrito
en el Libro de los cielos.
Y mientras el tiempo pasa
en mi oración a Dios hablo
diciendo de corazón,
te extrañaré amigo Pablo.