Más de miradas

Cortante como la mejor caña al bies
está siempre en el oro de las cosas,
incluso está, como el tesoro que es,
en los alfileres de gargantas rotas.

El amor impregna todas las caricias,
los momentos de las risas y abrazos,
también en los puños rojos de la ira,
en todo dolor insufrible del quemado.

Empapa guerras, ganadores y vencidos,
en cada muerte despedida y a solas,
en enfurruños por no sentirse querido
y en la venidas a este mundo dolorosas.

En todo, en cualquier cosa que sea real,
amor está siempre a la vista o escondido,
porque que sin él, nunca nada existirá.

Lo que no confrontas no puedes sentirlo,
lo descubrirás en lo que quieres abrazar
como me ocurre, siempre, a mi contigo.