Siento que me hundo

Ahora me confundo,
siento que me hundo.

Llego a mi casa
y no saludo,
en las noches
no duermo,
por eso me veo como muerto.

Pero es que sin ella,
no siento nada.

Pero aún así,
intento lucir bien,
parecer normal,
pero no lo consigo.

Intento olvidárla,
pero en realidad sigo amándola.

Los recuerdos,
vienen y se van,
las cartas enviadas
hoy no se pueden olvidar.

Solo las relees
hasta romper el papel.

Ya las letras
no están,
el viento las soplo
y quien sabe donde las dejo.

La lluvia
ya no te piedad,
la música
ya no suena igual
y el Sol,
brilla con menos intensidad.

Te gustaría
que supiera
lo que tu sientes.

Pero no te atreves,
la tienes justo delante,
pero solo la ves
y cuando lo haces,
tu mundo queda al revés.

Cuando te llegaba a hablar,
el mundo entero desaparecía,
tú sentías
que todo se iba.

Las canciones tenían un tono más dulce,
pero amargo a la vez,
todo te la recordaba,
y tu dimensión colapsaba.

En las clases,
ya no hacías nada,
preferías escribir
todo lo que se ocurría.

Sin importar en donde estabas,
le pedías a la Luna,
que la cuidara,
que la protegiera.

Al viento le pedías,
que le llevara
lo que tú sentías,
que la acompañase siempre,
para que ella jamas
estuviera sola.

Al Universo,
le rogabas
que le regalara cada estrella.

Te pierdes
en su mirada,
te pones nervioso,
por dentro
empiezas a temblar,
tus ideas
empiezan a volar
tu corazón
late con fuerza y con pasión.

Por las noches
una canción le escribías,
pero que jamas le mostrarías,
por eso,
estas en melancolía.