Dos puntos. Abro paréntesis

poema de umbria

Como un cinturón sin más huecos para agujeros, desde el ombligo a la espina muerde un alma ahogada.
El poco aliento que aún le queda en dos pulmones que poco luchan, lo gasta en suspiros que no apagan velas.
Cualquier pensamiento que en su mente aflora, como un martillo golpea su nuca, recordando el dolor que en su espalda lleva cargada de mentiras y deseos vagos.
Dos pasos para otro mundo. En cualquier momento las nubes asoman, el silencio aguarda y su madre llora.
No habrá luz si no hay sonrisas.
Escribe rápido sin pensar mucho, para no callar lo que hacía dentro asoma.