Al ciprés

Al ciprés
El ciprés ha vivido una vida turbia
y querría desplegarse
como las almohadas de una alcoba
que se desvinculan
de su lecho por ternura o desdén.
Se yergue,
se aferra, atento a
las noches, a las madrugadas,
y a las largas veladas en casas vacías,
noches temidas, como tememos
lo que es dicho, hecho y vivido
cuando estamos solos.
Así, el ciprés no se esconde,
se yergue.
A veces, su copa,
como un cuchillo mal afilado,
ni corta el aire, ni la nube
ni el tiempo,
no se deja rendir por el sueño
ni la tarea,
ni se retuerce como un enfermo,
ni maldice como un condenado,
sino que con una larga, pauperrima
tristeza,
se calla.
 

Comentarios & Opiniones

Silvia

Trinidad catalán,una letras fuertes .
Gran obra.
Saludos cordiales
Beso.

Critica: 
Xio

Esta obra está buena, se me antoja que el ciprés protagonista está hermanado a una vida azarosa, es como...un enfermo sin alaridos ni maldiciones, sino con una larga tristeza...fuertes letras querida Trinidad, me ha llegado, un abrazo sincero.

Critica: