Merecemos

Creía,
creía que
creía que podía

Creía que podía vivir contigo al lado,
pasando por encima de mis angustias,
de mis dolores,
de mis temores.

Siendo ciega a mí misma,
no escuchándome,
no haciéndome caso.

No escuchando todo aquello
que
el corazón me quería decir,
todas las mañanas
cuando despertaba
y se me apretaba el pecho,
cuando sentía que algo
no andaba bien
que una venita,
muy chiquita,
parece que se me había tapado

y no
permitía
que
circulase
la sangre

No me importa andar,
de una relación a otra,
de un tipo en otro,

Si ninguna me valora
es lo que tendrá que ser
¿Exigente?
Exigente no creo,
solo pedir respeto.

Sentirse bien amada,
bien querida,
protegida, no desde el ego,
sino desde quien te quiere
y se preocupa.

Hombres,
me pregunto:
¿Nadie les enseñó a querer?

Tanto se han equivocado,
nuestras madres,
nuestras abuelas,
todas nuestras ancestras.

Tanto se descuidaron,
tanto se mal gastaron?
Tanto fue lo que les dejaron,
permitieron,
doblegaron.

Hasta muchas, muchas, muchas
golpearon, patearon,
un amor ciego,
un amor enfermo.

Nunca me has tocado un pelo,
pero sí el alma,
cada fibra del alma,
ya ardía de dolor,
pedía escapar de ese escozor,
ya no me daba más
el corazón

Y tú estás ahí
haciéndote el idiota,
poniendo tu misma foto de pérfil como siempre,
hablándole a mis amigos y amigas,
uniéndote a los circulos,
sintiéndote un buen actor,
superior a muchos seres.

Incluso a mí,
quién te crees,
de dónde viene,
qué nube voladora te trajo
o nave espacial te trajo,
A ti
que eres tan distinto...
A ti
que eres tan distinguido...
a ti
que te crees un superior...dime por favor de dónde saliste,
para que me avises, en qué momento fue eso
o cuando lo viste,
porque yo no te veo ninguna antena espacial
o alguna claridad en tu boca o en tus ojos
para que me digas eso,
la verdad.
No importa,
el día de mañana
yo me voy a burlar
cuando te vea humillado
y funado por tus mismas acciones,
de burla y suspicacia,
de maltrato mental y no físico,
pero sí sicológico.
de todo lo que va a pasar

Mujeres,
hay que hablar,
chiquillas
esto no va a pasar.

Debemos y tenemos el derecho
de
hablar
hacernos respetar,
quejarnos
y amar
y, sobre todo,
pero,
sobre todo,
sentirnos bien amadas,
seguras
y protegidas nuestro espíritu y alma.

porque eso es lo que nos merecemos
ni un poco más,
ni un poco menos.

Luchen y siempre luchen
por lo que hoy y siempre merecemos,
merecimos y mereceremos.

Que nunca las hagan callar.