Ojitos flacos
¡Ay! Cuánto niño encerrado
en tu cuerpito esperando
y Cuánto niño ultrajado
llora en tus ojos de barro.
Saquito negro y marrón
remendado en todas partes…
Y remendando tu hambre
vives trotando la calle.
¿Se conmoverá algún árbol
cuando pasas a su lado?
¿Le dolerá a las estrellas
tanto frío amontonado?
¿Qué puedo decirte, niño,
de sueños deshilachados?
¿Qué tu hambre será el pan
de algún señor diputado?
Para salvar tu abandono
no habrá limosna que alcance
porque hay pedazos de niño
tirados sobre las calles.
Un cuerpo vacío de besos.
y besos hartos de nadie…
¿Qué doctor podrá curar
de tu alma las heridas
si tus nanas son tan grandes
que te han vaciado la vida?
¡Ay! Niño que vas descalzo
pateando restos de espanto
hilvanando los silencios
de juguetes mutilados,
déjame alzarte en mis ojos,
quiero alcanzar tu mirada
y colgarla en cada rostro
que por este mundo pasa…
y en vez de trotar las calles
mendigando la esperanza,
puedas jugar como niño
y reírte a carcajadas.
Comentarios & Opiniones
Estupenda obra, los niños, marginados, hambrientos, ellos que todo lo merecen y aqui te dejo una frase de José Martí, insigne cubano..para los niños trabajamos, porque los niños son los que saben querer, porque los niños son la esperanza del mundo,bs
Excelente obra de protesta social, que muestra la realidad que viven muchos niños que sufren miseria y pobreza, y que son revocados al olvido. Buena crítica contra la política y la negligencia que hace frente a esta situación. Todas las estrellas!
Muy bello poema, multitudes de niños hoy sufren las consecuencias de las malas personas que solo piensan en ellas sabiendo que el hambre y abandono de niños corre frente a sus ojos sin inmutarse, no tienen alma, no hay derecho. mil estrellas.
Un poema que relata una realidad muy triste, lo haces de maravilla, me encanta el sentimiento que le imprimes, saludos, todas las estrellas.
Gran poema, tan real como la vida. Preciosa forma de concienciar y no callar. "Me gustas cuando callas, porque estás como ausente" Decía D. Pablo Neruda. Pero a mi me gusta que no calles, que lo cuentes, todos debemos sonrojarnos. ¡Bravo!
Genial el tema que tocas, me recuerda aquel poema de Miguel Hernández, El Niño Yuntero, algo así. Y el ritmo impresionante. Soy un gran admirador de tu escritura.
¿Que tu hambre sera el pan, de algún señor diputado? Que palabras! como diría Renee: "soy lo que descuido el presidente" , gracias por este poema Sonia ! Tienes un gran don para escribir !
Sonia, que lindo, me imagine a ese niño caminando sin oportunidades,descalzo, viviendo una realidad no merecida,te felicito por tu escritura
un abrazo
bellos ojos, un gusto leerte
Muy lindo, muy triste, muy mundo que se escurre como pereza y agua, como dolor e indiferencia...