torito

poema de Silvia

Mientras las brasas opacas quedaban, torito miraba el cielo, perrito faldero, ternura y silencios.
Don Evaristo encendía las brazas para calentar el nido.
Un hombre solo.
No porque haya nacido solo, se hizo solo, le gustaba esa vida muy lejos de la civilización
Donde se escuchan solo tus propios pensamientos y el sonido de los árboles que hablan como sabios gigantes.
Su amo le acaricia la cabeza y torito mueve la cola y se acuesta.
Don Evaristo y torito salen a guardar las gallinas, y la luna es tan redonda como un queso roquefort…
Torito acostumbrado a la vida en el bosque, cuando hacía mucho calor se metía en el rio,
Don Evaristo le había ensenado a pescar un pececito.
Sacaba a veces uno bastante grande y lo hacían a las brasas…
una noche se pronuncia el destino
en un instante de descuido una gran explosión, poderosa es la vida cuando se encuentra la muerte.
hizo saltar la mitad de la cabaña
Los caballos rompieron el cerco,
Y corrieron tan rápido como viento, eran cuatro caballos viejos y una yegua de manchas negras y blancas.
Se incendio la granja y torito ladra y ladra
Su amo no sale …
Ante el fuego mortecino la criatura de cuatro patas llora
Como lo hace un perro
Como lo hacemos todos, cuando estamos asustados y lastimados en el alma.
Encontró magullado un zapato de su amo y apresuradamente
Olio y lambio’, pero sintió en su olfato ese olor a quemado que no le devolvía a su amo.

Torito estaba solo, con su cabeza gacha se alejó…
Pero empezó a ladrar y a correr, ladraba y corría
de repente se perdió en los bosques cerrados del lugar.
Soltó un suspiro y empezó a llorar y camino por días dentro del bosque
A pocos metros de allí hay carretera
Llego hasta esa parte, tenía frio. Las personas no nos queremos involucrar simplemente falta de tiempo, los autos pasaban y pasaban. Nadie absolutamente se detenía siquiera para verlo.por
Se metió de vuelta al bosque.

De repente ya sin fuerzas, no había comido.
Al instante un chistido escucha atento.
y toro se para y ladra.
¡Era un humano!, raro le tiro un pedazo de pan
Toro no acepto y ladro más fuerte, con las pocas fuerzas que le quedaban
el hombre le dice pequeño toro no te rindas
tienes que comer.
al escuchar esa voz torito se enciende y menea la cola
los ojos de toro se pierden en los ojos del aquel hombre.
hombre y perro hacen de sus ojos un manantial.

Torito se ve, de vez en cuando contento y como si estuviese alguien a su lado
a torito se lo ve gordo y radiante y siempre camina al lado de alguien invisible.
después se pierde por el bosque
desaparece como silenciosa plegaria.

Comentarios & Opiniones

Viki

Que belleza de obra es preciosa, un placer leer sus bellas letras, muchos besos y abrazos con cariño mi estimada amiga Silvia

Critica: 
Silvia

Viki!! Tanto tiempo! Te mando beso y abrazo fuerte.pasarę por tus letras hermosas! gracias!

Critica: 
Juan Antonio Conde Castro

Qué tierna y lastimera narración. Por unos momentos me ha hecho revivir los 29 años que practiqué la ganadería. Afortunadamente no sufri, -como ve- el desolado final de don Evaristo. Un cordial saludo!

Critica: 
Xio

Que obra!!! Conmueve, enseña, es vida, amor incondicional entre hombre y bestia, nada más fiel y sincero que el cariño de un perro, magnífica narración, un abrazo sincero querida Silvia.

Critica: 
Silvia

Juan Antonio ! Gracias por leer mis humildes escritos! Saludos cordiales de corazón poeta!

Critica: 
Silvia

Así es xio! Los animales nos enseñan muchísimo! Nuestras mascotas son parte de nuestra vida y amor.gracias amiga! eres un sol,!

Critica: 
abora

Menuda obra, que bonita y que pena por el pobre torito, la realidad es difícil a veces de aceptar se animal o persona. Me ha encantado la obra, genial. Por cierto el término "lambió" también se usa en mi tierra, me ha alegrado leerlo. Saludos

Critica: 
Silvia

Abora soo animales racionales sin raciocinio! ajaaa! gracias a ti por tus palabras! beso.

Critica: