Mimue

poema de San Brendano

Homenaje a la niña que sufría viendo el horizonte. Dedicado a alguién anonimo.

Frente a un ventanal, Mimue toma una taza de café.
Lentamente, mecida por una silla que se reclina, ella otéa el horizonte.
Los sueños y las fantasías, todas unidas para elevarla al infinito,
con sutiles caricias, le ennoblecen el espíritu y esta primorosa dama fallece cuando una estrella rompe el cielo como un rayo.

Los fantasmas de antaño, aparecen en una visión de añosos soliloquios.
Se cuelan entre las noches y sus retazos pintan maravillas.
El gato de ojos centinelas se arrastra por los entreabiertos tejados, allí, su presa, es la joven de mirada fría.
Llega hasta su encuentro y se posa en las rodillas que enflaquecen.
Están cansadas, rojizas y el dolor es inummible. Mimue no puede resistir más.

Pero, aquella noche de universos y eclipses que manchan su espejo engonominado celeste, Mimue, le regala su vida y él siente como esa luz que solía destellar en los anaqueles e iluminar sus esperanzas de encontrar un hogar: Tienen una oportunidad cuando Mimue, aún enferma, rompe en llanto y sus ansias de libertad, ahora, se pernoctan a través de aquél pequeño felino que nunca derramara una lágrima.

Comentarios & Opiniones

Ydos Luis

¡Maravilloso! Hermoso

Critica: 
San Brendano

Ydos: Graciias!!!

Critica: