La Diosa Blanca y el Dios de Israel

poema de San Brendano

Llévame Graves al laberinto de mi amado.
Cuenta de la Diosa Blanca y su perdido dolor
La estrella del Norte suena para siempre
Vestida de celeste y con el cabello lacio en la nieve, aguardan
Yave de Israel es un sueño
Lo veo en mis fantasías, su Aserah lo sabe.
Lo sigo, lo busco, lo huelo, tan cerca y tan lejos
Mí deseo es hablar con él
Dicen que habita en un antiguo santuario en Irlanda
Dicen que una vidente lo ve
Aserah lo busca en sus plegarias
Sin saber si él siente algo por mí
Este fuego se agita incesante
La Diosa Vegetal busca a su amado en las letanías de las sombras
Y conjura sombras aún mas nítidas para que lleguen a él
Porqué estoy muriendo y nadie lo sospecha
Muero en los sueños
Muero en el despertar
Muero en cada línea de mi vida
Muero, si, muero
Mi cabeza está al borde
Mi voz no puede más
Yave se agita en canal hermosa
Vestido de blanco con su cabello rubio naranja y sus ojos de fuego camina alrededor de la gente entre rezos y le dice a un joven que debe ser sacerdote, la mujer rubia lo sabe y se lo dice.
Esta en una biblioteca, santos diferentes se aparecen y luego, Yave, descendiendo como un príncipe real solemnemente, ordena que lo dejen solo. Luego, San Pedro tiene que buscar una página, la mujer rubia lo ayuda. Dios, la alza entre sus muslos, los muslos que yo deseo tener entre los míos.
La Diosa Blanca se aparece, buscándote por todas partes, te imagino en el santuario, haciéndote el amor ahí en mis sueños
La Diosa Blanca, se duerme...

Comentarios & Opiniones

Silvia

Que bello!

Critica: 
LOCO

Grandioso escrito

Critica: 
Xio

Linda obra, siempre un placer la visita, abrazos Silvestre, feliz día.

Critica: 
Jacinta Pichimahuida

Muy bonito tu escrito

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