Las Flores Tubulares.

No fui yo
quien ignoraba la creciente voz
del limbo onírico
sobre mi pobre lecho,
fue sin duda aquel tañido
para mí siempre atrayente y desconocido
la causa que me impulsaba
por la infinita noche hacia el desvelo.
Y qué será ese sonido, qué sera...
ese perturbador tañido
que golpea pesadamente sobre mí.
No fui yo
quien surgió sin previo aviso
haciendo retroceder al silencio,
ni quien se alzó más que todas las estrellas
dividiendo los cielos en dos
con ese retumbar sobrenatural.
Campanadas incesantes
reptando entre las calles,
mezclándose con el rugido del mar.
Qué será ese sonido, qué será...
ese agonizante tañido:
¡Flores tubulares!
danzando en son de burla
para mis fallecientes ojos.