No sé.

Se escapó un último suspiro,
la esperanza se negó,
a buscar en los pasillos,
un abrazo de dolor.
Nunca dijo que se iba,
pero yo sabía que no se quedaba,
y se fugó,
con la cabeza inclinada,
ocultando la verdad de su mirada,
marchitando el corazón;
destruyendo la sonrisa se alejaba,
al marcharse silenciosa con el alba,
restregando el adiós.
Este pesar que embriaga al alma,
dando tragos de amarga pena y no de alcohol,
quedándome sin ocaso,
pues junto con los colores lo empacó,
contando en rayas los fracasos la botella se acabó,
ya solo quedan historias dislocadas,
poemas de amargura que no acaban,
y una estúpida canción,
felicidad con las manos atadas,
sonrisas que han quedado extraviadas,
y las cadenas de su olor,
no quiero, tengo,
no sé,
decirle adiós….