En la Cuenca de mis ojos

En la Cuenca de mis ojos

Van mis penas desfilando al infinito,
muy gallardas las fulanas al marchar.
Harapos grises, malolientes, llevan puestos,
mas no me importa, ¡qué se vayan de una vez
ya no las quiero!
Todavía hacen eco las angustias
cual poesía surrealista en el vacío
Efusión de vida amarga
en los instantes, de nostalgias
sucumbidas del ayer.
En la cuenca de mis ojos se denotan,
apesadumbradas, muy intensas entre sí;
por mucho tiempo se han lamido sus heridas,
y ya es hora que se olviden para siempre del sufrir.

Palabras del alma

Martha Humphrey©