EL IMPERIO ROMANO

Julio Cesar mira el horizonte
y en sus ojos se filtra el color de la grandeza.
Pero Julio Cesar sabe de crudeza.
“Si quieres ser merecedor de nobleza,
primero haz de aprender a agachar la cabeza”.

Julio Cesar sabe de derrota, como sabe de destino.
Sabe que para encontrar el camino,
No ha de ser adivino,
Sino respirar y entender que está vivo.

Julio Cesar aprieta su espada con fuerza,
Dedica su vida a la suerte.
Mira al batallón con firmeza.
Respira y dicta lo siguiente:

“Han servido con lealtad a mi causa
Y yo les he respondido con gratitud.
Hoy todos somos uno solo, en masa.
Hoy la adversidad temblará, al ver la magnitud.
Ustedes creyeron en mí,
llevando el escudo y la lanza.
Hoy aprenderemos a vivir,
Si es que la muerte nos alcanza.

Si sienten que hierve la sangre,
es porque son merecedores
de la armadura que llevan puesta;
el solo hecho de luchar, ya los hace ganadores.

Mi única alianza será con el aliento,
Con los rayos del sol que me arropa,
Con la danza intocable del viento
Y la sed que motiva a mi tropa.

Hoy me doy por servido el día como glorioso,
Porque tengo la fe como espada plateada,
Porque los dioses hoy me obsequian su mirada,
y el clima no está tormentoso.

Si alguna vez fui libre, fue luchando por mi honor.
A raíz de cada intento, fui formando en mí, el rigor.
Ahora no tengo prisa, no soy creyente del reloj.
Porque siempre estamos donde debemos estar, esa es la misión.

Nunca duden de su sueño, aunque éste empiece a tornarse gris.
Allí donde está la imperfección, es donde está el milagro de existir.
Y no desesperen, si sienten que todo es injusto,
Porque incluso la justicia, siempre tiene algo malo que decir.

Los grandes guerreros son aquellos que entregan todo en la batalla,
Pero un gran guerrero nunca olvida, que no siempre estuvo a la talla.
La libertad es una flor delicada en la cúspide de la belleza.
Te hace razonar al caer el ocaso, te hace perder la cabeza.

No se dejen engañar por el retorcijón indoloro de la mente.
No todo pasa como se quiere, no todo es puntual y coherente.
La vida del ser es un instante solamente.
Cada quien decide que hacer, como ubicarse nuevamente.

No hay palabra más sangrada que el respeto,
ni tiempo más oscuro que el dolor.
Pero el respeto puede traicionarte por la tentación
Y el dolor enseñarte donde está el error.

Nunca digan nunca a lo que tanto desean,
Yo siempre quise gobernar el mundo que tanto me rodea.
Pero primero tuve que nacer y morir mil veces,
Para pararme aquí, para que todos me vean.

No teman a la caída, siempre el final es incierto,
Quien se preocupa por algo que aún no existe, siempre vivirá corriendo.
Y yo no soy de correr cuando tengo el triunfo en las manos.
Hoy sé que ganaremos, porque yo soy el Cesar, y ustedes, el imperio romano”.

Comentarios & Opiniones

abora

Amigo, me encanta la historia y he visto en tus versos gran belleza me ha gustado mucho, permíteme una corrección de "friki tikis mikis" de la historia, Julio Cesar no fue emperador, pero este hecho no ensombrece tu obra que es de gran valor

Critica: 
Vanessa Tawer

Sebas: Interesante. Me recuerda un gran libro, que recomiendo: "EL IMPERIO ROMANO" del gran escritor y Crítico Colombiano José María Vargas Vila.

Grata lectura.
Saludo fraterno.

Critica: 
Xio

Sebas me ha encantado tu obra, me fascina la historia, no obstante me maravillo como siempre se aprende con la intervención de poetas que corrigen de buena fé cualquiera situación fuera de fecha o época, en este caso abora; hasta este instante daba

Critica: 
Xio

por hecho que Julio César había sido Emperador y ya sabes el gran amigo Google me lo aclaró todo y he aprendido, gracias por compartir tan bella obra, un abrazo sincero en la distancia, feliz tarde amigo.

Critica: 
Xio

Y releyendo la obra, en ningún verso se dice que Julio César fue Emperador, un gran guerrero, un gran estratega militar,...Hoy sé que ganaremos porque yo soy el César, y ustedes, el Imperio Romano...un abrazo amigo y agradezco a abora por la cita.

Critica: 
La Dama Azul

Caballero, gusto particularmente de las referencias históricas dentro del género de prosa poética, por ello, encuentro con agrado la lectura del trabajo realizado.

Reciba cordiales saludos.

Critica: 
La Dama Azul

Caballero, por lo anterior antes expuesto, le hago una cordial invitación a leer una obra de mi tinta; -Ave César; esperando sea del agrado.

Saludos cordiales.

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SEBASTIAN BOHEMIO

Muchísimas gracias, La dama de azul. Reciba usted mi respecto y amistad

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