Mi mujer, Sueños

Veo tu rostro a través del viento,
tu reflejo que persigue mi corazón de papel desde
mis pensamientos oscuros, mi cuerpo gélido
que busca de tu calor y fragancia pura.
Entre nosotros, la luz que impulso mis palabras en poemas dulces,
mas tus labios y ojos endulzan mi vida, aún queda flores
que contar Sueños, abejas que se pierden en campos infinitos,
en búsqueda de polen para que el mundo brille mejor ante ti,
calles que ocultan nuestras esperanzas, montañas envueltas en neblina
y silencio.
El camino se perdió cuando no estás aquí, tantas estrellas para olvidar,
contendremos la verdad Sueños, un sufrimiento al hablar y gente
atascada en sus pasiones.
Me siento invisible, flama de tu corazón, intentando saber
a través del tiempo tus razones para amar y sacar el tormento
que hay en ti, no puedes ser todo lo que aparentas ser,
sabes que los engañas, Sueños, sabes que perdiste
la luz del sol, infame el mundo que me liberaste.
Y aún rompo mi alma, sacudo mi cabeza, no desaparece este
sufrimiento, una canción que desborda en mis oídos,
es tu voz en mi mente.
Ya me cansé de promesas, tu y yo lo sabemos,
me cansé de mis miedos y espejismo en la carretera,
vueltas y vueltas en la noche,
no sabemos lo que nos espera.
Dulce Sueños, es la hora de partir,
siento que volverás a encontrarme, cada noche
cuando la luna muestre su imagen en el negro cielo
de la ciudad, un cielo que espero ver.
Ahora es tiempo de despertar, pegado a
la cama blanca, no olvidaré
tu forma y querer, Sueños.