Mi peor poema jamas escrito

Nuevamente…
Me nacen las ganas de tomar mi lápiz y papel…
Escribir lo que siento, tal vez,
decirle a alguien que hoy ya no camino siego.
Que nuevamente.
Mi papel es el mundo y mi lápiz mi vida, que juntos los 2 se vuelven mis reliquias, tesoros o algo mas importante.
Que ni yo mismo sé que es, pero sé que debo proteger.

Algo inquietante o un poco infalible se vuelve la vida,
mientras más conozco de todo desconozco,
y al mismo tiempo que desconozco todo entiendo,
y lo poco que entiendo lo acepto.

El milagro no se busca, ni tampoco se espera,
no descansa en sueños ni tampoco perdido en los recuerdos, se desvanece con la ilusión y nace del deseo.

No es mí ser el que adentra por ventura,
ni que por desilusión se pierde en la aventura.
Un poco inquietante se vuelve mi ser aunque algunas veces me muestro un poco sublime.
Mis palabras ya resuenan como antes en coro e inquietantes.
Ahora son más ciertas, poco más maduras.
Un corto lapso de tiempo.
Llevo a mí ser a madurar de prisa.
Y no me muestro teniendo miedo a la vida…
Dejo de ser la víctima.
Para aceptar mi errores, mis equivocaciones y en algunos casos mi peores defectos.
No nace de mi, el pedir el perdón, no se crea en mi la confianza antes los demás.
Se me es otorgada la confianza por aquellos quienes de mi necesitan,
y de igual manera correspondo a quienes en mi depositan la suya.

La vida se vuelve un comienzo.
Y entre mas inquietante sea el comienzo, mas excitante se convierte el desarrollo de la misma.
Y no pido explicaciones al destino, solo acepto lo que el mismo dejo preparado para mi,
y lo acepto porque sé que cuando me aburra de su rutina la cambiare…

y quizá busco un beso, un abrazo, un te quiero oculto en un ¿como estas?…
y nuevamente…
comienzo a escribir para la musa que por un largo tiempo yo quise, y vuelvo a querer.
Aquella que por más tonto que yo haya sido me ha perdonado, aquella que no se arrepiente de haberme disculpado…
La que por un tiempo he olvidado, y cuando estaba triste siempre buscaba…
quizá sea ¿mi soledad o a caso es mi tristeza?

Y continuo porque después de ese extenso desarrollo llegara un desenlace que no como sea,
ni que lleve consigo pero se que lo acepto, porque podre modificar el destino a mi favor.
Con la ayuda de mi musa y quizá de mi corazón.
Un corazón que se encuentra perdido en medio de mi conocimiento,
Que a medida que adquiero un poco más, me doy cuenta cuan miserable y patético es mi saber…
Porque puedo tener muchos haberes. Pero pocos saberes, y de ellos reside mi confianza, y entre menos saberes tenga más pierdo y como saberes adquiero mas confundido me vuelvo…
Y el misterio se vuelve, aquello que no se siente…
¿El amor, misterio irracional… o cadena sin final?

"Escrito en el año 2010 re-editado el 27 de Marzo de 2013 "