Versos de liberación
VERSOS DE LIBERACIÓN
Yo no elegí esta vida, la vida me escogió a mí, desde pequeño me enseñaron que lo varones no debemos llorar, nos obligan a retener sentimientos que deben ser expulsados al exterior. Nos enseñan a resolver problemas a base de fuerza bruta, nos engañan al decir que cuando nace un varón, tiembla la tierra y lloran los cerros, porque somos los encargados de conquistar su fertilidad.
Estoy convencido de estar donde no tengo que estar y hacer lo que no tengo que hacer, yo también anhelo llorar y con las congojas de mi vida regar el jardín marchitado dentro de mí.
Quiero alejarme del día y la noche, de la lluvia y el sol, de la arena y la playa, del cosmo y el mar, de la tierra y el cielo, de los árboles y rocas, de los felinos y aves, de las cumbres y praderas, de los ojos, de la mente, de los sueños, de los latidos, de la sonrisa y de la vida.
Quiero huir de mis libros, de mis versos, de mis insomnios, de mis locuras, de mis noches sin luna, de mi soledad melancólica, de mi perfume, de mi teclado, de mi escritorio y mis pesadillas.
Quiero cobijarme en el filo de un puñal, en la pólvora de un revólver o en la espina de una flor, quiero llorar hasta arrojar la última gota de lágrima, quiero ahogarme en el océano de mi llanto, en el viento de mis latidos y morir como muere un loco enamorado, perdido en el corazón de la vida o en la mesa de una cantina, sufriendo por amores imposibles o pagando condenas por delitos que jamás ha cometido.
Hernán Inocente.
Lima, 02 de diciembre del 2024





