Conspiración divina
CONSPIRACIÓN DIVINA
No he dejado de pensar en ti, me quedé con el Jesús en la boca procurando escribirte y saber ¿cómo están? ¿con quién están? ¿a dónde se fueron? ¿con quién se fueron?
Saber si en uno de tus pensamientos aparece mi persona, embriagado de tu pureza, apasionado de tus ojos, embelesado de tu cabello y prendado de tu sonrisa.
Para mí, siempre serás luminosa, brillante y aguerrida, luna, diamante y acero. Perla, faro y galope, verso, pétalo y medicina.
Tú existes para mí, tal vez nunca nos juntemos en esta vida, pero estoy seguro que después de la muerte nos tiene que juntar el amor, No puede existir tanta soledad en este mundo ancho y ajeno, para mí, sí existe el amor y ella eres tú.
Solo quiero que entiendas una cosa, te pienso demasiado, pero no te busco. Me quedo llorando entre párrafos de un poema, palabras que no se dicen y se quedan para siempre en el libro de la vida.
Amor mío, no tardes en llegar, mis labios no son como mis ojos y el resto de mi cuerpo, ellos son los más puro que yo tengo, porque no saben lo que es un beso.
Dichosa la amapola que se las robe, porque de ella será el eterno cristal de los mares, dulces o salados no lo sé. Y sabes qué, quiero que seas tú, quiero que llegues a mi vida para conquistar a mis labios y quedarte hasta el último verso que me toque escribir antes de partir a la eternidad.
Lima, 10 de noviembre del 2024
ROMANÍ MARINHERO.