MI EXPERIENCIA EN BETANIA

MI EXPERIENCIA EN BETANIA

Amigos, quiero compartir con ustedes, mi experiencia, en el hogar donde trabajé, este discurso lo escribí para la ocasión. La misa de celebración de los 35 años que cumplió esta organización.

Betania, un nombre muy simbólico, en la transliteración del hebreo quiere decir, casa del pobre, o de los afligidos.
En Betania, vivían los amigos de Jesús.
Hoy Betania es un hogar de ancianos donde viven los afligidos, los pobres, los ancianos, los amigos de Jesús.
Un mundo desconocido para mí, hasta que enfermó mi madre y tuve que cuidarla como a un bebé; cuesta, y mucho, porque uno no espera que el tiempo pase tan rápido, y cree que los padres siempre van a estar iguales y no pensamos en la vejez hasta que nos toca de cerca, estamos tan apurados en trabajar y vivir en nuestro mundo, que nos olvidamos del factor tiempo.
A mediados de Diciembre del año recién pasado, vine a golpear la puerta de la casa de los pobres, pidiendo una oportunidad para prestar mis servicios a este nuevo mundo que comenzaba a conocer, recuerdo como si fuera ayer, la Madre Carla me dijo: "La envió la divina Providencia", a lo cual yo sólo sonreí, porque venía sólo por un tiempo corto mientras se recuperaba mi madre para volver a mi vida normal, y bueno, todavía estoy aquí...
Para mí ha sido una bendición de Dios, conocer a mis "amigos", son únicos, cada cual tiene su característica, si bien es cierto no trabajo directamente con ellos, eso no me impide que los bese y los abrace cuando los encuentro por ahí.
Y cuando mi tiempo me lo permite ayudo a darles de comer, es algo que me emociona, reír con ellos, compartir son como niños y carentes de muchas cosas principalmente de cariño y afecto, que es lo que puedo brindarles.
El trago amargo es cuando se van, porque es como una familia cuando uno falta queda un espacio vacío, y duele! pero, es la ley de la vida, y mientras unos se van, otros llegan con las mismas carencias, eso significa que el trabajo es arduo y no hay descanso, sin embargo, cuando hay amor, la fatiga se pasa y podemos continuar con las mismas ganas sabiendo que Dios es quien da fuerzas al cansado.

También he compartido con mis compañeras, las cuales han sabido acogerme y compartir sus conocimientos, he aprendido a convivir con el dolor, compartir las alegrías, y he crecido por dentro.

Doy gracias a Dios, quien me permite estar en el hogar Betania, a mis compañeras de labores, a los que están como autoridad y a los ancianos que me enseñan como ser mejor persona sin necesidad de palabras...

Jesús iba a Betania porque en ese lugar estában sus amigos, y no hay mayor amor que este, que dar la vida por los amigos...
Hoy Jesús está en este Betania y en el corazón de cada uno de nosotros pues, somos sus amigos, por lo tanto es nuestro deber de amor, de dar todo por nuestros amigos y llevar bien puesto el nombre hogar Betania casa de los afligidos y de los amigos de Jesús...
Que Dios les bendiga...