Te quiero

Recuerdo el café hirviendo
y la lluvia cayendo en el tejado
con gran tenacidad
y los pájaros se fueron
y la mañana también.
Me dijiste “te quiero”
y luego pusiste una cinta de The Smiths.
Una gran melancolía me agarró por el cuello
y dije: “te quiero”.
Y yo buscaba al amor dentro de mí,
pero esa cosa no estaba
ni en mi cabeza,
ni en mi corazón,
ni en ningún otro lugar.
Y yo dije: “te quiero”.
Y tu dijiste: “te quiero”.
Y me comiste la boca
como a una manzana.
Y el amor estaba en tus ojos,
más no en los míos.