Ya no me acuerdo

Ya no me acuerdo de las largas noches de oscuridad, donde mi única compañía era la soledad, cuando mis pensamientos flagelaban mi alma, cuando las dudas me hacían esclavo del miedo, haciéndome creer que no era digno de ser amado.

Quiero amarte sin reglas ni promesas, porque sé que las promesas se marchan con el tiempo. Quiero aferrarme apenas en la dulzura de tu existencia.

Deseo fundirme en tu cuerpo y no recordarme más de los años en que el frio invierno me destrozaba el alma.

Permíteme rozar tu piel y bésame haciéndome sentir sobre tus labios el dulce sabor del vino.

Eres el más bello entre los reinos. Quizás aún no te has dado cuenta, pero he dejado señales que demuestran la necesidad que tengo de ti.

Llévame entre los árboles del bosque y hazme ser tu banquete, porque solo tu amansas los lobos feroces que intentan hundirme.

Estaba dormido como los muertos vivientes y llegaste como los pájaros de verano entonando una bella canción.

Eres mi amado y eterno cómplice, escribiremos nuestro propio guión sin miedo al tiempo porque para el amor no existe el tiempo.

Me has rescatado del submundo, haciéndome ver la belleza que hay entre los lirios.

Tu sonrisa es como el destello de las estrellas que alumbran la noche.

Ya no necesito buscarte en otras caras porque ya encontré tu hermoso rostro, que estaba perdido entre la multitud.

Y si por si acaso no hubiera un mañana, quiero amarte por completo hoy.