El beso de judas

Me besaste sin pasión.

Me tocaste sin ni siquiera haberte tocado.

Me has dicho que me amabas, cuando en realidad no te amabas ni a ti mismo.

Me mentiste mirándome a los ojos, haciéndome creer en una verdad inexorable.

He probado el gusto amargo de confiar a ciegas sin saber quien eras de verdad.

Me rompo en pedazos sabiendo que todo ha sido uno más de esos cuentos de pacotilla, donde la princesa se da cuenta que el príncipe ni siquiera era una rana y sí una rata.

El silencio persiste dentro de mí, clavándome sin piedad; pero persisto, voy intentando encontrar mi camino sin importar el calor del desierto.

Judas, dulce judas, estabas a mi lado y me juraste fidelidad aun sabiendo que ya planeabas traicionarme.

Me besaste, me tocaste, me has hecho promesas eternas que en realidad apenas era una manera de manipularme.

Ahora has encontrado una nueva víctima y no un nuevo amor.

La verdad es que la culpa no es tuya y sí toda mía por creer en todo lo que me decías cuando las señales eran claras, solo fui tu marioneta y cuando te cansaste me lanzaste al basurero.

Alégrate, judas, pero llegará el día en que la aurora me despertará de esta oscuridad y seré rescatado. Y el guión que la vida me había escrito, cambiará.

Marins

Comentarios & Opiniones

Noches Mágicas

Judas, odiado Judas. Mejor de lejos que tan cerca. Un gusto leerte y saludos. Hermosas letras.

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