Lavanda
poema de rober
Las olas tienen su canción de cuna y
su atronador compás de siete por ocho.
Huele a mar el postigo avejentado por
la salitre.
Dos vigas se consumen en el techo.
Una carta marina se ofrece al intrépido.
Nadie se embarcará a ninguna parte.
Soy oceánico de azules imposibles
de nombrar.
Huiría al monte, a tu cordillera o a
una sima infernal si pudiera así
tenerte.
Pero el sueño se apoderó de todo
lo que en la vida tenía.
Desperté en ti.
Y supe que ese era mi destino.
Todo era un olor de ensueño y dulzuras.
Antiguo como todo lo que es verdad.
Olías toda tú a la vida tierna de
la tierra.
Lavanda era tu cuerpo y tu presencia.
Olías a cariño.
Comentarios & Opiniones
PRECIOSO como siempre Rober tu pluma es gusto de leer. Saludos cordiales!
Buenas letras. Gracias.
Desperté en ti.
Y supe que ese era mi destino.
Todo era un olor de ensueño y dulzuras.
Antiguo como todo lo que es verdad.
Olías toda tú a la vida tierna de
la tierra.
Lavanda era tu cuerpo y tu presencia.
Olías a cariño.
En el corazon
Eres muy intenso poeta tu letras me abrazan y me transportan
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