REINA DEL CIELO

Ella toca el cielo
sin levantar los brazos.
Ella, que nunca dice una palabra
y aún así lo dice todo
y eso para mí es más que necesario
para escribir cada noche
un poema diferente.

Junto a ella sé tocar el infinito
tan solo con una mirada
porque ella es mi fuego, mi locura,
mi silencio
mi quinto elemento.

Ella ha parido más de una estrella
en la palma de mi mano
y yo
que me pierdo cada noche
en el silencio de sus ojos
no se hacer otra cosa
que llamarle mi reina del cielo.

Roberto Duránski
Fotografía: Kosmas Koumianos