Ya que tu alma

Ya que tu alma alegre y pura
conoce lo que la mía ignora,
que es para el ser dulzura,
pues es el amor y la ternura;

y ya que mi alma triste y obscura
conoce lo que la tuya quizá ignora,
que es para el ser negrura,
pues es la traición y la amargura;

aquí (junto al reluciente coche
que yace en la calle vacía),
háblame tú de las luces del día
y yo…, de las sombras de la noche.

Comentarios & Opiniones

Jacho

Muy bonito poema, lindos cuartetos, feleicidades.

Critica: