Tu eterno enamorado.

Mi noche es tan callada que necesito escuchar tu voz, Es la noche oscura que quiero iluminarla con tus ojos Pues ha de ser tu corazón la otra mitad de mi vida, Tu dulce boca el manantial que calme mi sed,
Tus manos suaves el terciopelo de una caricia angelical, Quiero en tu corazón alojarme, dime si es fuerte pasión, O fuerte el latido de un corazón entusiasmado
Que con mirarte frente a frente su palpitar aumente, ¡Dime! ¿De qué depende? Que di mi no sé nada, Porque creo ya, que yo dependo de ti, Pues tu mirada radiante me enamora, Y tu sonrisa me atrapa en tu corazón, Una y otra vez soy preso de ti,
De mí desbocada angustia por verte en la ilusión De la dulzura exquisita de tu boca,
De la miel de tus labios y el canto celestial de tu voz, Cantos de sirena al compás de mi vivir,
Un beso predilecto quiero de ti, una caricia mágica, Que me pueda asegurar el cielo terrenal,
El mirar de tus ojos es acertado para entregarte mi amor, Te digo mi verdad, que soy de ti, ¡en una sola palabra! Te pertenezco; como un crucifijo colgando en tu pecho, Así quiero que te encomiendes fiel y amorosa, Seré tu confidente en lo más íntimo,
Porque siempre seré, ¡tú eterno enamorado!

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