el reflujo de la maldad que viene de adentro hacia afuera vos poniéndole la cruz de que sos su propia enemiga vos dejándole el destino de una despedida vos no masajeando su dolor de días vos condenándolo a la nada misma tus ojos mirando el pasado de una cama hecha que otoño hace caer las hojas de su tristeza vos caminas vas para adelante y en su mente el te espera lento despertador de la existencia miras de nuevo fijo al espejo y detrás aparece el todo cortado de vidrios sabiendo sufrir otra vez gritando su dolor en una cama se desnuda el ultimo vidrio que lo lastimo no hay mas palabras para decirle que si me perdonas viejo amor