Rellano

Camino, camino sin dirección, sin destino
migrando y siempre andando, cargando la semilla
de un incierto destino, al lado de un amigo,
buscando cobijo en el poniente que ilumina.

Dejando a su paso el arbusto seco,
inmensa humedad que le ha hecho leño,
en sus años más tiernos de traviesos juegos,
con trenes de vagones grandes y pequeños.

Rellano, profundo, silencio inmaculado,
blanco como nubes de copos de algodón,
lilas, lirios, azucenas, jazmines a su lado,
lucecitas de color animando su edredón.

Mariposas y palomas alcanzaron alto vuelo
aquel invierno en que los ágiles escorpiones
acariciaron la piel de grandes y pequeños,
haciendo rellano en el azul cenit cartagenero.

Camino, sinuoso, camino, dejando atrás,
las lilas y azucenas, los blancos jazmines,
livianos pasos en la playa sin nudo que atar,
hojas secas bañadas de rocío en verdes jardines.