Cómo no querer la Colombia del COP16
Cómo no querer la Colombia del COP16,
cómo no querer nuestra Colombia,
cómo no querer nuestra Antioquia,
cómo no querer nuestros estudiantes,
cómo no querer nuestra Francisco Luis,
si son la semilla más bella,
que hace creer en esta Medellín,
en el futuro,
en un mundo sano y feliz.
Aquí está Darío, Villa, José Manuel y Juan Correa,
comprometiéndose a cuidar el Caribe en este COP16,
desde su tierno corazón adolescente,
guardado en su cuerpo el calor de la costa,
el sabor a pescado y patacón pisao,
sintiendo las aguas que acarician celestiales playas,
donde en vacaciones muchos
se sumergirán para descansar y disfrutar.
Cómo no sentir que hay en nuestro colegio
una Ana, un Ángel,
que cantan, que bailan
para que en 8B y en la Francisco Luis
nadie se sienta triste,
nadie se sienta mal,
y con el COP16
este planeta podamos salvar.
Cómo desconocer que hay un COP16
que esta tierra no dejará perder,
y acá esta Matías y Thomás
que juiciosamente lo van a exponer
para que nunca olvidemos
que todos los países del mundo
se comprometerán con todo su esmero,
con todos sus recursos,
con todos sus cuidados
a este planeta cuidar,
como su más tierno hogar.
Allí está Miguel y Emanuel
invitando a no abandonar
el medio ambiente,
su corazón se abre como un acordeón
para cantarle a esta tierra
hasta de emoción hacerla gritar.
La Valentina, nuestra Dulce y el Sebastián
nos hacen al Chocó mirar,
ese paraíso que los afrodescendientes
se comprometieron en el COP16 cuidar,
ellos con su optimismo,
con su alegría,
se han comprometido
el Pacifico salvar
pronto, muy pronto,
sus manglares visitarán.
Cómo este planeta con amor no cuidar,
cómo no cuidar nuestra Amazonía,
que los indignas se hicieron
guardianes para que
ningún árbol caiga más.
Si es todo esto, lo que
con todo nuestro amor,
a nuestros niños,
vamos a regalar
para que lo puedan
disfrutar una eternidad.