La apariencia de la hipocresía
Creencias absurdas,
Puntos de vista de un ciego;
Infame comedia que alaba en voz alta
Cuando por dentro la invade el odio:
Cegadoras caras que el Sol muestra
Escondiendo un montón de porquería;
Astrólogo pirómano que infecta
Al universo con cicatrices inmersas
En el recuerdo pútrido del ambiente
Que censura la depravación del día
Explotando sus venas con sangre
Hirviendo extraída de la vida,
Hasta disecarla de aire, de sueños,
De almas y cadáveres innatos
De los momentos que el tiempo
Aborta sobre los ríos que corren
Bajo la naturaleza, sin esperanza
Alguna, como destino que trasciende
El juego del desahogo de un simple
Globo de tierra.
Llenando la muerte de utopías falsas,
Se agotan los caminos con el infortunio
Y se alimentan de dolores sus entrañas,
Entrañas que van desde sus sentimientos
A la suerte de los desafortunados
Insulsos que llenan el vacío mundano
Con miedo a lo desconocido, oscuro:
Inapelable infierno del que surgieron
Sus inalcanzables sueños.
Iracundo castigo que porta el Sol:
Sufrimiento sin lágrimas, sudor sin
Misericordia, cansancio esclavizado
A sus rayos devastados, fuerza extinta
De mártires locos. El día es la perfidia
Que se esconde en el misterio en ruinas
De la maldita realidad como verdad sin vida,
Siendo una absurda y estúpida mentira
Que grita y vislumbra la apariencia
De la nada en la que todo habita.
Tártaro de los dioses; conjunto moribundo
De ambiciones perdidas en vela,
Sin camino, detenidas hasta
La siguiente hora marcada por
Su reloj desorbitado, que en lugar
De marcar tiempo, marca su privilegio
Legítimamente consumido por el abandono
Y el vacío, cual estiércol que es repudiado
Por el cerdo incomprendido.
En cambio, la Luna,
Lejos de la mísera porqueriza,
Simplemente brilla, inmensa;
Sin rencor ni hambre de venganza;
La guían, llenas de rabia, estrella
Por estrella combando su belleza
En oscuridad negra en descendencia
Mística e inaudita que la soledad
Del universo actualmente expresa;
Universo que, siendo infinito, no deja
De ser uno: Simplemente eterno;
De silencio inagotable como
El de un charco con partículas
Indivisibles que no se oyen,
Pero que existen siendo una impúdica
Duda repulsiva con letras necias
De signos absortos, de cicaterías
Que marcan y engendran su vida
En respuesta de la vida en que habita
Encerrada, lejos de sí misma.
Luna llena de magia invisible,
Impercebiblemente cierta que hace
Existir pronósticos en el firmamento
Como el alma degradada por la farsa
Que trastorna el sueño inminente
Del inexistente desierto donde agoniza
La inmundicia disfrazada de hipocresía,
Como un sueño, simplemente un sueño
Que mata y muere cual explosión
De un capullo de mariposa cobrando
Nueva sangre para cruzar la guerra
De la naturaleza, escondiéndose, magna,
A la altura de los cielos
Sin que nadie la perciba
Como amenaza; siendo, ella,
Más poderosa que todos juntos,
Pues sus magistrales alas van llenas
De inimaginables dimensiones en que
La certidumbre insatisfecha y sedienta
De libertad, se postra implorando
Esencia mágica de Luna para brillar
Y ser mostrada ante la vida
Como una pieza imprescindible de ella;
O como la joven flor que crece
Al más leve rose del viento; se abre
Y muestra la deformidad de su rostro
Y la libertad de sus raíces ancestrales
En la tierra a la que, pertenece,
Por naturaleza, y que lucha para sobrevivirla
Revolucionando su espacio en los volcanes
Donde arde mil veces antes de ser osada
Y revelarse hasta ser digna de morir por
Su patria en que fue forjada
Su soledad Indigna, con el suplicio
De sus cadenas atadas a la tierra marchita
En que fluyen su sangre y en que
Yacen sus venas.
Luna y Sol, seres sublimes
Enteramente únicos con lugares
Predilectos en el cosmos; inminentes
Cuerpos celestiales que con su llegada
Incitan al mundo a seguir un nuevo
Camino cotidiano, en rutina de la vida
Diaria a la que sus pasos fueron atados
Por el tiempo y el destino que van
En contra de su ausencia, infundiendo
Miedo en el camino para mantener
Un solo pasó injustamente igual
Para aquellos que aprenden a caminar
En la muerte, en el infinito
Y en la eterna rutina relativa
Herida de gravedad en que duerme
El individuo.
Ambos, todos, juntos o separados, muestran
Una máscara y ocultan su verdadera cara;
La Luna se muestra brillante,
Pero no es su naturaleza, sino que
Oculta su parte oscura, fría, malévola,
Que incita a la noche a ser callada.
Negro es el silencio en el que la noche
Canta y llora paranoica, sometida
A la grandeza de la Luna; y las estrellas
Se empequeñecen, humilladas por su madre
Que las dio a luz para explotarlas en
La inmensa soledad encerrada del éter
En el que son instruidas a ser
Auténticas creyendo que son iguales.
El engaño es más que la actuación:
Ensayo poético en que mostramos
Todo lo contrario a lo que realmente somos;
Arboles con oxígeno benéfico para los seres:
Veneno que nos enferma de vida, respiramos
A diario la muerte que florece de árboles
Y de verdes campos de concentración
En que el pasto suelta el gas tóxico
Como un acto aparente de buena fe,
Simplemente, pero va más allá de querer
Aparentar, se trata de causar daño,
De la exterminación de cualquier gusano,
Cualquier ser y cualquier aspecto en que
Estos puedan habitar y causar el mayor dolor
A los que ya habitan a su alrededor, injuriando
Penurias y lamentos como algo cotidiano
Mientras se esté despierto, consiente de todo
Lo que se es cuando se ha sido
Entre el pasado y el futuro, con diferencia
En los recuerdos cuando la nada era el presente
De todo, y donde el presente no era más que
La muerte de un tiempo para evolucionar en otro.
Del egoísmo nace el amor que tanto
Nos reclama el viento, y sobre los mares
El poder que hiere de gravedad a los animales
Los mantienes atados, presos
De una fuerza superior a ellos que les ordena
Moverse; ya sea arrastrándose
Por la tierra o apresados bajo el agua
Que pesa cual esencia indiferente ante
Le libertad que por ejemplo tiene
A las aves que vuelan bajo el yugo
De las capacidades imperiosas de la gravedad
Que junto con el oxígeno las limitan
Sin que puedan ir más arriba, a lo alto
Con sus hermanas, esclavas, las estrellas
Y los planetas que inmóviles quedan ante
Las desgracias, castigados a visualizar
La desdicha de la madre naturaleza.
La lluvia enferma de invierno las hojas
En que es mecido el otoño, temporada
De prejuiciosos cambios en que el tiempo
Cree tener la razón con respecto a todo
Pero no tiene, siquiera, la menor idea de nada
En que fue creado su basto cuerpo
Funcionando en imitación a lo que ha visto.
El espíritu del hombre es cubierto
De verdadera esencia que insiste
En disfrazar de hipocresía; sus huesos
Suenan como primavera que crece
Para alimentar a los gusanos,
No sólo con su muerte, sino también
Con sus fluidos minerales mientras fluyan
Y funcionen con total normalidad sin saberse
Naturaleza inesperada, exótica, de la existencia.
Aves que se arrastran,
Gusanos que vuelan;
Naturaleza que imita
A la naturaleza sin saber
Que puede ser autentica:
Inminente impresión
De su sangre, Intercambiando
Carne trascendente;
Infatigablemente, La naturaleza
Imita, pudiendo ser
Extraordinariamente absoluta,
Tan sólo ella, libre de ser lo que
Quiera: (la diferencia entre
Todo aquello con lo que sueña
Y la nada a la que pertenece
Por naturaleza y que la gobierna),
Sometiendo su realidad a la fuerza,
La esencia que le dio vida
No le enseña a evolucionar,
A sublevarse íntimamente
Surcando su propia verdad cósmica).
Llegando a ser relativamente infinita
Nacida de una verdad falsa
En que renacen las vestiduras
Que cubren a la naturaleza
De la nada que aparenta
Ser luz en un recóndito
Silencio sin sentido.
Comentarios & Opiniones
Extensa e interesante obra, un placer la lectura. Saludos y dejemos a la hipocresia que se pierda en el universo, y no nos salpique.
le hipocresía no se pierde, sino que cubre al universo.
Lucas, y la sinceridad y la claridad ¿Dónde las colocas? quiero pensar que no todo es hipocresia. Saludos
La sinceridad nace de un control de la hipocresía. Y no hay claridad donde aún hay dudas.
Lucas eres muy terminantemente en tus apreciaciones, aplausos por ello, yo prefiero llosdiferentes matices. Saludos e interesante pensamiento tienes.
La variabilidad de matices se deriva de un matiz constante. Así el amor, la amistad, la igualdad la solidaridad, son sentimientos que aprendemos a sentir hacia otros después de haberlos sentido para nosotros mismos.
Matices, sentimiento, e inclusive, puntos de vista distintos. Todos son las diferentes mascaras que cubren una sola cara.
Y pregunto ¿Cuál es esa única cara? yo honestamente no lo sé. Puedo pensar que hay muchas caras qué utilizan máscaras en distintos momentos según sea el sentimiento que dominante. Es divagar. Saludos, un placer platicar.
Hay que aprender a ver, a percibir, a sentir. Son muchas las suposiciones porque la ignorancia es la que predomina en los animales que actúan por instinto y no por el razonamiento que es el que los conduce a conocer la única cara de la verdad.