TU AMENAZA, MI CONDENA

Tu amenaza
que condena la víctima
y no perdona
a quien queriéndole matar
no siente nada.
Y ese deseo es muerte para el verdugo
y esperanza para el que desvaneciéndose queda.
Tu amenaza es tu muerte
y no la vida,
que yo no salvo a nadie con mi muerte
pues de los pequeños, soy pequeña.
Cederás lento en tu hoguera,
quien deseando mal
con mal se queda
y no hay luz en su vida
y si tinieblas.