Uno, dos, tres.

poema de Ataxia

Lo recuerdo. La última vez que olí su perfume, ese mismo día, Dios mostró
su lado más humano.
Un breve suspiro, dos segundos con los ojos cerrados y tres latidos,
precedieron al silencio.
Una carta, cuatro líneas, destrozaron mi alma alicaída.
Efímeros pétalos, que se extienden, bajo la piel más pura.
Y el maldito tiempo, con desazón murmura.

"No me esperes, bajo el árbol;
no me llames, al trigal.
Los viejos días han pasado,
y amor, en estos, no encontrarás"

Comentarios & Opiniones

Eusebio García-Gasco

Qué desdicha. Pero me encanta ese Dios mostró su lado más humano. Y ese No me esperes, bajo el árbol, no me llames, al trigal.

Critica: 
Ataxia

Un cordial saludo, este poema lo escribí pensando no en alguien en concreto, sino en el paso constante del tiempo, y de nosotros mismos.

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