¡Herida de tiniebla!
Después de tanta luz
hay un dejo de melancolía en esta hora:
solemnes vuelos de garzas blancas,
tenues trinos de pajarillos,
el suave danzar de las ramas, las hojas y el viento.
¡Todo está herido por la tiniebla!
Soy un poco menos.
Cada paso alisó la punta de mis dedos
al contacto con lo terreno
oscilante entre la gloria y la pena.
Esta tiniebla sabe a sentencia.
Quizá el mundo y sus avatares
no sean sino el banquillo de los acusados
donde a diario me finjo inocente.
Me miro las manos
a la luz de los pálidos faroles:
¡qué vacías están, qué ociosas,
qué malgastadas herramientas de amor
que en la negligencia son solo una extensión de la desidia!
¡Estoy herido por la tiniebla!
Entro en los umbrales de la noche
con un lamento mudo.
Ella finge también
ser un vientre que me resguarda,
un útero que me dará luz
con la aurora siguiente.
A veces lloro
como tímido rocío en madrugada.
A veces río
como fiero animal nocturno.
¡Herida de tiniebla!
Comentarios & Opiniones
Bellísimo,un placer leer saludos y beso.
Hermoso.
Muchas estrellas.
Precioso Pablo, las tinieblas dejan heridas en el alma del poeta, un placer querido amigo, abrazos, ,linda tarde .
Precioso, muy precioso Pablo. Bello poema de esas tinieblas o heridas. Un placer leerlo, me gusto mucho. Saludos!
A todos muchas gracias por su tiempo. Gracias por las apreciaciones a esos versos. Saludos.