Dueña de mi llorar

Tú,
Que te pierdes en el azul del cielo
Y en el infranqueable mar;
Que te deslizas en el silencio,
Que te ocultas en el mirar,
Tú, dulce pétalo de flor de hielo,
Ávida lágrima de sal,
Estrella en la mesa de mi sueño,
Sol en mi día sin final,
Tú, luz que me quema dentro,
De mi corazón la herida mortal.

Tú,
Que te fuiste con el tiempo
En los vagones del olvidar,
En la ceniza de humeante fuego
Que nunca pudo quemar;
Tú de palabras de viento,
De caricias de cristal,
Tú de amores eternos
Que nunca llegan a empezar;
Tú de castaños cabellos:
Dueña de mi llorar.