LEJANA AGONIA

Este oficio redactado por los mismos dioses,
De nuevo vuelvo a ti, y te hablo al oído, enramando tus sienes
Afrodita te enamora como siempre
Poeta, que te has dicho tú,
Vuelves en un espiral del tiempo dominado por cronos
Y aconsejas a los ángeles del amor,
Con trazos de estrellas en el cosmos.

Escucha: no seré quien te de más de lo debido
Amando esta segunda noche
Cumpliendo la profecía de la tierra, poesía, estoy a tu lado.
Amo tus pensamientos,
Echo el hades de los más dulces versos y complementos.
Amor, me escribes y nunca me ves.
Quizá vuelva a verte en tu próxima huida.

Corazón revolucionario, habla, conmueve a los verdugos
Discute sobre aquellos que no hablan
Conoce las islas de artistas muertos y verdugos
Amor, yo te extraño.
Figuro sobre ti, mintiendo en tu mismo corazón.
Amor, te extraño.
No veo en tu patria, no te veo en tu nación.
Te veo en el mundo, en cada canción.
Marcho a tu lado.
Revolucionario corazón.
Sin amor, sin vida propia, sin cielo.
Siendo lo que eres, para lo que fuiste creado.
En las cárceles de los que lloran,
Aún con mucho miedo.

Prisionero por mi propio amor,
Sin sentido, contemplas mi cuerpo en cada árbol
Los leones comen tu carne
Saboreados tus huesos por los buitres
Aullidos de soledad en la noche
Y tu rostro se llena de lágrimas
Los tuyos te traicionan.

Nunca sabrás quien pueda endulzarse
Nunca más vivirás por tu vida.
Nunca más serás humano, serás tierra, árbol
Serás poeta, de todos, de los pobres
De nadie, no de ti.

Ojalá y vivas eternamente, ojalá y seas el poeta de la calle
De todos, mayor de nadie.
Estudio de Orizaba, hecho de México y el mundo
Poeta, aquí estoy contigo y con nadie.
Dando vida a los muros de quienes no te verán
Amor, te amo, te amo
Con palabras y la misma muerte
Te amo, con poesía y con el cariño de verte siempre.
En las flores y jardines de estrellas
Guardianes del tiempo.
Arrojados por el amor que rompe el viento del horizonte
Amor, que resuelve el indulto.

Tantos años de no vernos, de las alegrías de los momentos en el parque
De tus soledades y las mías.
En medio de piedras de piel y sexo puro.
en medio de atardeceres nuestros
Convulsionado tu corazón por la nicotina de mi puro.
Tu boca saboreada en mis besos,
Encarnados en mi piel, agua miel.
Restos de un amor entre volcanes que viven por siempre.
Memoria de tribus que nunca muren.
Derramas las causas por quien luchas
Por mí y por todos.
Amor solitario, amor más que nunca.
Necesitado de poesía enfermiza
Poesía necesaria.
En llanuras y noches con una luna estrellada.

Quizá nunca te conozcan, quizá seas el mismo
Y sabrás que eres un humano.
Vuelas y sigues a Zeus, rayas el sol
Quemas tu tinta en cada palabra consumida
En las animas del seol.

Poeta, poeta al fin, caminante del camino que recorren pocos
Hecho hasgard y Atlántida, hecho de repetidas poesías
Hecho de pocos.
Amor, nunca sabrás quien te amo.
Poeta, no dejes de escribir, no dejes tu tinta
Sin ser eterna poesía.
Al fin poeta.

No dejes de soñar, no mueras sobre la realidad
Poeta, embalsama a quienes te leen.
Poeta, repite y traza los caminos de las olas
Ama a las playas, no los dejes solos.

Escribe sobre las llanuras, escribe en medio de las piedras
Muerto en la tumba, viviendo en los nidales
De las águilas, reposas aún reposas.
Revolución de quien no te verá.

Poesía, aún te hablo, aún te siento.
Caminado, sobre el anillo de mercurio
Frio sobre Plutón, lejano y tardío.
En lugares que me verás.
Hijo, soy parte de tu poesía.
En tu lejana memoria.