Sin rebaños.

poema de Claptzonalli

El mundo perfecto, donde no hay rebaños sino manadas de seres individuales que conviven en paz. Donde las aves trazan su vuelo a placer de sus alas y no a merced del viento. Donde la vida y la muerte son vistas por igual equilibrando los miedos con el bálsamo del canto y disolviendo las penas en poesía. Todo esto como cosecha de anarquía, de aquella que forja seres libertarios que no temen el ser únicos.