Litzy Esmeralda, reflexiones.

Una tarde en la playa. poesía

Eh ahí me encontraba sumida en mis pensamientos,
Con la oscuridad amenazando esos bellos momentos
Y con apoderarse de aquel lugar tan sublime
Me sentía aprisionada sin querer que esa paz termine
Ya que embargaba mi alma como estrella fugaz.

He de admitir que ese lugar transmitía a cada parte de mi ser
Una gran tranquilidad que me fascinaba y me hacía estremecer
Solo podía escuchar pequeños susurros, como voces celestiales
Del viento que recorría cada parte de mi cuerpo a raudales.

El palpar de las olas y el ir y venir de ellas con esa cadencia
Solo provocaban que mi mente divagara con inocencia
Acerca de viejos recuerdos que en mi corazón se anidan
Algunos buenos, otros no del todo, pero no se olvidan

Pues cabe decir que absolutamente todos estos pensamientos
Con una enseñanza para mi aun en los lamentos
Me encontraba paralizada con la vista fija y el alma anonadada
En ninguna parte en especial, bien podría decir que en la nada

No tenía ninguna compañía, pero eso nunca fue mi prioridad
El estar ausente de todo aquello Que me afligía lo digo con sinceridad
Se sentía realmente satisfactorio y me perdí en ese sentir
Aquella tarde en la playa junto al mar, de alegría pude reír

El contacto que tenía con un sinfín de granitos de arena
Me hacía imaginar un pequeño reloj en el que sin ninguna pena
El tiempo corre y nunca se detiene y continua la vida
Sin que importe en donde cada persona sea detenida.

Luego preste atención a las gaviotas, que parloteaban entre si
Todas en búsqueda de pequeños insectos muy apetecibles y si
pronto serian devorados sin dejarlos por la vida continuar
Y es ahí donde te das cuenta y llegas a reflexionar

¿Qué es la vida?
Ciertamente es como la neblina, o como aquella flor
Aparece por un tiempo y luego se desvanece con dolor.
En fin, todo esto solo es el sentir de algunas emociones
Las ideas interminables de una tarde en la playa con ilusiones
Y el deseo de cosas sin cumplir.