No Como Antes

Ya no te quiero.
¿Qué cómo lo sé?
Bueno...
Lo supe el día que al pasar por tu casa
no se me aceleró el corazón al oír tu voz.
Lo supe cuando dejé de preguntarme que estarías haciendo.
Sí me habías olvidado ya.
Sí ya habías encontrado otro corazón para compartir el tuyo.
Lo supe porque empecé a desear
aquella idea que antes no lograba soportar
Quería que encontrarás a alguien más.
Que te diera lo que me impediste darte.
Que te amara como no me dejaste.
Ya no me atormentaban los recuerdos por la noche,
ni me hacían compañía cuando el insomnio se apoderara de mi.

El destino es caprichoso.
Pero fue culpa mía verte otra vez aquella noche.
Entonces, por un momento breve
Volví a quererte.
Volví a idealizarnos juntos mientras tus manos me arañaban la espalda.
Volví a creer que podría permanecer entre tus brazos por el resto de mi vida.
Fue tan grande y tan repentino,
el modo en que todos los sentimientos que maté hace tiempo
se alzaban y me carcomían por dentro.

Lo bueno dura poco,
según algún pesimista.
Y en este caso no estuvo equivocado.
Tu interés por mí duró menos que un suspiro.
Y yo
a raíz de tus ausencias,
volví a escuchar a Lewis Capaldi como mi cantante favorito
y no como un puente que me llevaba directo a ti.

Ya no te quiero.
Puedo jurarlo.
Si no estamos juntos no te deseo,
no pierdo la cabeza si no te veo.
Ya no te quiero.
Lo supe el día que entendí
que tú tampoco a mi.

Hemos estado engañados tanto tiempo.
Confundiendo con amor a la pasión.
Tratando cosas de la carne como si vinieran del corazón.
Es así, cariño.
Somos amantes a los que les falta amarse.
Tal vez si te amé.
Y con suerte tu me amaste también.
Pero ya no, corazón.
Estamos grandes para jugar al amor.
No tienes que decirme que me amas
para poder quitarme la ropa.
Qué no.
Que ya lo pasé.
Que estoy grande para hacer de cuenta que me interesa.

Ya no te quiero.
Porque después de ti olvidé cómo hacerlo.
No te quiero,
para nada que no sea saciarme.
Te quiero,
para todo menos para amarnos.
Porque no sabemos cómo, mi cielo.
Te quiero...
quiero tu manos arañando mi espalda.
tu boca comiendo de la mía.
Todo tu cuerpo dejando sin aire al mío.
Volvernos uno.
Desgastarnos la piel de tanto tocarnos.

Porque somos dos amantes que no se aman,
pero que si se destruyen.
Somos dos amantes que nacieron para destruirse.

Aquí esta el vídeo de la declamación.
No puedo subirlo en audio.
https://www.youtube.com/watch?v=kkTrbrrDRxM&t=1s