LA BOCA
La boca que tantas veces besó la tuya,
y fue bajando lentamente lamiendo
toda la hermosura de tu bello cuerpo,
hasta hacerte brotar hondos gemidos
de tu agitado y apasionado pecho.
Esa boca que con furia loca,
exploró tu excitada y húmeda intimidad
mientras se escuchaban los espasmos de lujuria,
que hacían estremecer hasta las raíces de tus rizados cabellos.
De pronto irrumpen en tu pecho los suspiros apasionados
sin que tu lo puedas evitar,
unas manos recorren muy calladas toda tu piel sedosa
que se enchina y se enrojece,
por el ansioso placer recibido.
La boca con gran avidez trata de absorber el fino sudor,
que pone a brillar tus cabellos como pétalos escarchádos
que extendidos parecieran que están mirando al sol.
Una rara y gran sensación los hace sentir,
como se mezclan los sentidos
a la llegada de un fresco amanecer.
Poco fue el tiempo que estuvieron ,
pero demasiado intensa esa pasión para ser errante
ambos escuchaban como retumbaba la sangre
cuando llegaba a sus corazones,
que eran como dos potros salvajes desbocados
en la sabana reverdecida.
La verdad se cubre de las indiscretas miradas
pero la pasión sigue desnuda y encadenada,
porque la realidad se ha quedado dormida
mientras el silencio exhala su ultimo sueño,
dándole un adiós a la noche hechizada
que cubrió en penumbras a la ansiedad,
su eterna compañera soñadora.
BARQUISIMETO VENEZUELA 09/05/2013.
AUTOR: ADJUNTA OMAR.
RESERVADOS LOS DERECHOS DEL AUTOR.
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