AMAR EN LA OSCURIDAD.

Aquella noche las sombras cubrían con sus tibios
brazos el delirante cuerpo de aquella mujer
que la intensa lujuria hacía convulsionar
hasta la última neurona de su mente.
De pronto pasó una ligera brisa acariciando
hasta el más lejano poro de su piel, la luna
observaba aquella eva en su vestido natural;
verse así era indescriptible y preguntaba cómo
se pondría su adán exhibiéndose tan provocativa.
Ella sumergida en sus pensamientos tan eróticos
que no podía evitar sentirse subyugada ante
los ardientes y excitantes deseos que rayaban
en una incontenible morbosidad.
Su ansiedad era una fantasía llena de sueños y
no podía concebir que aquella noche tan romántica
estuviese en una intensa y abrumadora soledad;
de sobra sabía que su cuerpo se alimentaba
de una gran porción de sexo ardiente y salvaje.
No tenía sentido esa tortura involuntaria
que la consumía en lo más profundo de su ser;
por eso necesitaba con premura ser poseída para
darle sentido a su convulsionada excitación.

Barquisimeto Venezuela 05/01/20
Autor: Adjunta Omar Ramón.
Reservados los derechos. P/1148.