AMANECER INFINITO.

Que bello y ardiente es amanecer
en los tibios brazos de una adorable mujer y
sentir el suave murmullo del vaivén de las olas
entonando una una tierna y romántica sinfonía.
Testigos de aquella alucinante pasión las blancas gaviotas
que revoloteaban alegremente a nuestro alrededor;
como aprobando aquella lujuriosa escena de amor...
el mar y el cielo con alegría también se abrazaban
contagiados por tanta emoción.
Nuestros cuerpos derrochaban ternura a máxima expresión;
nuestros cuerpos convulsionaban como el vaivén de las olas
las caricias eran una dulce tonada de suprema sensación
las penas volaron cual nubes peregrinas sin rumbo
mientras nosotros seguíamos en nuestro mundo.

Barquisimeto Venezuela 27/05/2022.
Autor: Adjunta Omar Ramón.
Reservados los derechos.
P/1235.Imagen bajada de la web.